Cómo elegir a tu primer gatito

Si estás pensando en adoptar un gatito, además de todos los gastos que debes tener en cuenta para asegurarte de que podrás cuidar de tu mascota durante toda su vida, es importante que entiendas que el gato es un animal de naturaleza solitaria y nocturna, totalmente diferente a un perro.

Más allá de esto, hay 5 aspectos esenciales a tener en cuenta:

1. Edad

Los gatos necesitan cuidados muy diferentes en función de la etapa de su vida en que se encuentren, ya que su comportamiento cambia:

Gatitos: las ventajas de elegir un gato más joven es la posibilidad de verlo crecer, enseñándole según tus necesidades. Muchos de los comportamientos del gatito se remontan a su madre, por lo que, si es posible, hay que tratar de conocerla y saber sus condiciones de vida. Las primeras siete semanas de vida con la madre y los hermanos son fundamentales en su socialización y por ello, si es un gatito huérfano necesitará cuidados especiales.

Gatos adultos: un felino adulto ya tiene una personalidad bien definida, que también influirá en la forma en que debes recibirlo y tratarlo. En general, tanto los gatos adultos como los senior, llegan a nuestros hogares a través de las asociaciones protectoras de animales y es conveniente consultar con los tutores el carácter del gato elegido. También es necesario conocer los cuidados veterinarios, desde la esterilización hasta la vacunación, pasando por la desparasitación y la identificación.  Las visitas al veterinario son muy importantes, porque no es raro que un gato adulto tenga algunas necesidades especiales.

No olvides nunca que al adoptar un gato adulto estás dando una nueva oportunidad a un animal que ha sido abandonado por sus dueños. Una actitud que debe tomarse con responsabilidad, pero que puede ser muy gratificante.

2. Comportamiento

El comportamiento de los gatos no tiene nada que ver con el de los perros, pero tampoco se caracteriza por algunos dichos comunes y leyendas que tanto hemos escuchado a lo largo de los tiempos:

¿Traicionero? Pocas personas creen que los gatos negros dan mala suerte, pero es importante desmitificar la idea de que el gato es un animal traicionero y despótico, dos características que forman parte del carácter humano y no del animal.

Los gatos tienden a ser más reservados con quienes no conocen, pero pueden ser muy cariñosos, amables, inteligentes y juguetones. Si buscas un gato fiel, debes saber que todos los gatos lo son, siempre que se les trate con respeto.

¿Maleducado? Todo ser vivo está influenciado por el entorno en el que vive a lo largo de su vida, por lo que el carácter y la educación del gato están influenciados por el trato que recibe, para bien y para mal. El gato es más fácil de educar si utilizamos el método adecuado, algo que nunca puede basarse en el castigo, sino en la recompensa.

¿Aseado? Sí, su forma de mantenerse limpios y su hábitat los hace perfectos como compañeros de vida. El gato no emite olor corporal y a los 21 días de edad ya puede aprender a utilizar el arenero para hacer sus necesidades.

Género

El comportamiento del gato macho difiere del de la hembra a partir del momento en que alcanzan la madurez sexual, por lo que la elección de un gato de un sexo concreto sólo es importante si no se tiene intención de castrar al animal.

¿Cómo se comportan los machos? Los gatos machos son más propensos a vagar por el barrio si tienen acceso a la calle, lo que puede representar un riesgo para su integridad física, tanto por el paso de vehículos como por el hecho de que pueden encontrarse con otros machos dispuestos a defender su territorio de forma violenta. Además, los machos pueden y suelen marcar su territorio, tanto en el exterior como en casa (lo que produce un olor muy intenso y desagradable).

¿Y las hembras? Aunque no es una ciencia exacta, las hembras tienden a ser menos sociables que los machos porque conservan el impulso de mantener las distancias, especialmente cuando tienen camadas. Otra diferencia es también el celo, que aparece periódicamente, desde que alcanzan la madurez sexual, y que suele ir acompañado de maullidos muy fuertes, entre otros comportamientos.

Esterilización

La idea de que un gato debe criar para sentirse "realizado" o para no perjudicar su salud es una construcción humana. El gato no sólo no tiene una escala de valores y aspiraciones como la humana, sino que se ha demostrado que su salud se puede ver perjudicada a largo plazo cuando no se le castra quirúrgicamente.

Hoy en día, la esterilización quirúrgica de ambos sexos es una práctica veterinaria con beneficios demostrados, como la inhibición del celo en las hembras y la reducción del impulso de marcar territorio en los machos.

Los beneficios de esta opción no sólo afectan al comportamiento del gato, sino también a su salud, ya que aumenta su esperanza de vida media, reduciendo el riesgo de padecer ciertas enfermedades.

Lo único que hay que tener en cuenta después de la esterilización es que las necesidades nutricionales cambian y se debe dar una dieta adecuada a los nuevos requisitos.