No eres el único al que el celo de mascotas le genera muchas dudas. Tranquilo, es muy habitual que te surjan preguntas y tengas varios dilemas que resolver. Sobre todo si quieres aumentar tu familia perruna o si, por el contrario, no quieres que tus mascotas tengan crías.
¿Dirías que conoces a la perfección el ciclo reproductivo de tu mascota?
Controlar el celo de mascotas es importante para saber adaptarte a cada situación. En el caso de los machos, el celo empieza cuando perciben las feromonas de las hembras que se encuentran en su ciclo.
El olor que se desprende es muy llamativo para los perros. Y ésta es la razón principal por la que tu perro y todos los de alrededor van corriendo donde una hembra.
Aunque el celo de mascotas es más notorio en las hembras, no se pueden ignorar las alteraciones que los machos sufren con este estado:
El celo de mascotas, sobre todo de los perros, lo verás llegar cuando notes a tu animal algo susceptible. Y como consecuencia, algo agresivo.
Esto se debe a que el celo genera testosterona, las hormonas como el cortisol aumentan y se genera mucho estrés.
Quizás nunca lo hubieses imaginado, pero a los perros en celo les afecta el rechazo que puedan sufrir por las hembras. De hecho, hasta pueden deprimirse por el simple hecho de no poder seguir el aroma del que se hablaba anteriormente.
El poco apetito, el llanto y la fatiga son algunos de los síntomas que pueden darse durante el celo de mascotas.
Si tu perro es obediente pero durante ciertos días se vuelve más rebelde o quiere escaparse, esto se debe a su celo. El olor que las hembras desprenden es muy atrayente para ellos. Tanto como para querer ir detrás de él automáticamente.
Si tu perro empieza a marcar más de lo normal, no te preocupes, hay alguna perra en celo cerca. O al menos la ha olido.
De hecho, este comportamiento puede llegar hasta tal extremo que tu mascota orine dentro de casa. Sin embargo, no puede contenerse y para esa situación en especial, es un comportamiento totalmente normal.
El celo de las hembras puede variar. Igual que las mujeres, no todas tienen el mismo ciclo y no todas son tan regulares. No obstante, aunque puedan surgir variaciones, si la menstruación de tu mascota se alarga más de 21 días deberías llevarla al veterinario, ya que podría tener alguna enfermedad.
Al igual que los machos, en cuanto comience el celo de las hembras también sufrirán de cambios. La ansiedad, el estar inquieta o el simple hecho de mostrarse reticente a tus caricias son normales. No te preocupes.
Además, también notarás cómo su cuerpo experimenta cambios. Entre ellos sangrará, aumentará el tamaño de las mamas y se hinchará su vulva.
Seguramente ésta sea la fase más complicada de detectar. Sobre todo cuando se trata del primer celo, ya que depende del tamaño y de la raza del animal.
Como dato: el celo en las perras de razas pequeñas llega entre los primeros 6 meses, mientras que en las grandes surge entre los 9 meses y el año.
Es interesante que sepas cuándo llegará el siguiente celo para prepararlo todo y no te pille de golpe. Sin embargo, cada perro tiene su propio ciclo y es complicado fijar una frecuencia fija.
De hecho, factores externos como la alimentación son condicionantes de este proceso.
1. Proestro. Es la fase anterior al celo y tendrá una duración de entre 6-11 días. Durante este tiempo aparecerá el sangrado.
2. El celo durará entre 15 y 25 días. Y, si te lo preguntabas, durante estos días no son fértiles.
3. Estro. Es la fase en la que la perra ovula y podrá quedarse embarazada. Son 4 días.
4. Diestro. Se da en caso de que tu mascota no se quede embarazada y aquí eliminará la progesterona de su cuerpo.
Como recomendación, los veterinarios aconsejan que los perros sean cruzados tras el segundo celo. En este momento la perra ya será más madura.
Si quieres que tu perra tenga cachorros, el periodo de gestación de las perras durará entre los 58 y 68 días. La primera mitad del embarazo, que es de tan solo 6 semanas, es la que forma a los cachorros. Es decir, va creando sus órganos.
A partir de ese tiempo notarás cómo su barriga crece y sus cachorros ya estarán desarrollándose.
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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