Hablar con mascotas no es extraño. De hecho, es muy habitual encontrar a personas hablando con sus animales de compañía. Pasa cuando están dando un paseo. O bien sentados en un banco. Perros, gatos y otras mascotas suelen poner cara de interés. Y de que se están enterando de lo que les dices.
Lo que para algunos puede ser casi un síntoma de locura lo cierto es que algunos estudios valoran de manera positiva.
Por un lado, hablar con mascotas es una terapia excelente para superar episodios de depresión. Algo que todos los dueños de mascotas han entendido en algún momento de sus vidas.
Pero es que, además, según Nicholas Epley, profesor de ciencias del comportamiento en la Universidad de Chicago, hablar con mascotas, es decir, la antropomorfización no es un signo de infantilidad o estupidez sino un comportamiento que no tiene ninguna otra especie. Y que hace que los seres humanos sean los más inteligentes en este planeta.
Según algunas investigaciones, los perros son capaces de distinguir más de 160 palabras. Lo que les asemeja a la inteligencia de un niño de dos años.
Además, muchos animales pueden hacerse entender a través de determinados ladridos, gruñidos y otros sonidos. Por ejemplo, según de investigaciones de la Universidad Eötvös Loránd, el lenguaje de los perros se centra básicamente en una increíble capacidad por comprender los gestos.
Y el 80% de la comunicación de las personas se hace a través de la expresión corporal. De ahí, que muchas veces pienses que te entienden. Porque, de hecho, lo hacen.
Sin embargo, otro problema recurrente es que se suele hablar con las mascotas como si fueran seres humanos. Cuando no lo son.
Lo que sí es conveniente es utilizar palabras y frases cortas y simples. Así como un tono más agudo. Algo que, según informaciones publicadas en la revista Proceedings of the Royal Society, es adecuado para educar y llamar la atención de los animales.
Se pueden enumerar infinidad de ventajas de hablar con mascotas. Algunas de las más importantes son:
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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