Al igual que lo hacen los humanos, los perros pueden encontrar alivio a su malestar o lesión a través de la aplicación de compresas tibias en las zonas doloridas. Las toallas de papel húmedas y calientes, o los paquetes de calor que se venden como tal en algunos comercios, se pueden aplicar a las áreas afectadas de tu amigo peludo y así ayudarle a que se relaje y se sienta mejor.
Una compresa tibia puede ayudar a aliviar el dolor y la incomodidad articular. Puede ser útil para aflojar las articulaciones y relajar los músculos antes de la terapia física. Tu veterinario es la mejor fuente para saber la frecuencia y la colocación de las compresas y la duración del tratamiento.
Se pueden utilizar varios tipos de compresas calientes con el perro.
1.- Sumerge una toalla de mano o varias toallas de papel en agua caliente, comprueba que no queme, pero sí que esté lo suficientemente caliente como para que te resulte incómodo tocarla durante más de unos segundos.
2.- Haz tu propia compresa llenando un calcetín blanco limpio con arroz blanco y atando el extremo. Calienta el paquete en el microondas a la temperatura deseada. El paquete debe estar tibio al tacto, pero no debe de quemar.
3.- Si lo crees más cómodo también puedes comprar un paquete de aplicaciones de calor en una tienda de productos para mascotas.
Es probable que necesites sostener el paquete de calor en el área afectada de tu perro para asegurarte de que no se salga de su lugar. Haz que sea una experiencia placentera acariciando a tu perro y hablándole suavemente. Si se trata de un animal muy nervioso, dale un hueso o un juguete para distraerlo.
Las compresas tibias, de forma general, se recomiendan dos veces al día durante 5 a 10 minutos. Siempre consulta con tu veterinario, él te especificará durante cuánto tiempo debes aplicarlas.
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