Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Si compartes tu vida con uno de estos maravillosos animales y estás pensando en introducir un segundo gato en tu hogar, hay varias cosas que debes tener en cuenta.
Los gatos son animales territoriales por naturaleza, y es posible que con la llegada de un nuevo compañero no se muestren muy contentos. Como en todo, no todos los gatos son iguales. Hay algunos que son muy sociables y cariñosos, y estarán encantados de recibir a un nuevo "hermanito".
Pero por norma general, la mayoría se mostrarán recelosos y pueden reaccionar mal a la "invasión" de un extraño a su territorio. Por ello, la solución es introducir un segundo gato de forma paulatina. De esta manera, tu antiguo amigo irá acostumbrándose a los nuevos olores y a la nueva presencia.
Cuestión de carácter
No todos los gatos se muestran agresivos al conocer a otro de su especie. Sin embargo, su carácter es el que va a determinar en buena medida el resultado del primer encuentro.
De hecho, la mayor parte de los conflictos de los gatos en casa son luchas de poder. Por ello, una de las claves antes de introducir un segundo gato es conocer bien su carácter. Si es muy dominante, lo más probable es que haya que proceder con cautela. Dependiendo de si el nuevo inquilino también lo es, la cosa se puede complicar.
Si, por el contrario, es muy dócil, será más fácil que se lleven bien. En pocas horas o días, se establecerá una jerarquía, y todo irá como la seda. Pero si ambos son dominantes, las peleas pueden mantenerse en el tiempo. Incluso, cuando se hayan aceptado y se lleven bien, tendrán etapas en las que se disputen el "trono".
Introducir un segundo gato en casa paso a paso
Lo mejor para introducir un segundo gato sin que haya grandes problemas es ir con cautela. Una de las cosas más importantes es evitar hacerlo demasiado rápido. A ningún gato le gusta ser el número uno, gozar de toda la atención y que de un día para otro le roben el estrellato.
En esta breve guía encontrarás varios consejos sobre cómo proceder para que tu gato acepte al nuevo compañero, pero antes debes saber que un inquilino nuevo en casa también puede ser portador de otro tipo de “inquilinos” en forma de enfermedad infectocontagiosa.
Es muy importante desparasitar y vacunar al nuevo compañero antes de meterlo en nuestra casa o en su defecto, mantenerlos en habitaciones separadas durante un tiempo prudente a modo de cuarentena si no estamos seguros de las perfectas condiciones de salud de la nueva incorporación. Además de las vacunas, también es muy recomendable testarlos de inmunodeficiencia felina antes de presentarlos. Se trata de una enfermedad felina sin vacuna ni cura que se transmite por mordiscos o contacto directo entre gatos.
A continuación os dejamos algunos consejos útiles:
1.- Acostumbra a tu gato a los olores del nuevo felino antes de conocerlo
Una forma sencilla de empezar es traer objetos del nuevo gato a casa para que tu amigo peludo se vaya familiarizando con su olor. Puede ser, por ejemplo, una camita que haya utilizado, algún juguete, etc.
De esta manera, puedes conseguir que la presencia del nuevo gato vaya siendo progresiva. Cuando por fin los presentes, tu antiguo gato sentirá curiosidad por conocer al dueño de los olores que ha estado captando.
2.- Presenta al nuevo inquilino dentro de un trasportín
El primer encuentro al introducir un nuevo gato es recomendable hacerlo dentro del trasportín. Así podrás observar el comportamiento de tu gato y evitar cualquier ataque desagradable.
Puede pasar que se muestren amigables desde el primer momento. Sobre todo, si el nuevo gato se trata de un cachorro. Pero si observas que tu compañero le bufa, lo mejor es que los separes durante unos días antes de que vuelvan a verse y que repitas los encuentros con trasportín aumentando progresivamente la frecuencia y la duración de los mismos.
3.- Mantén espacios separados para ambos al principio
De hecho, mientras dura el periodo de adaptación, que puede ser de entre 4 y 8 semanas, suele ser recomendable que cada uno tenga su propio espacio. Si tienes posibilidades de habilitar una habitación para la nueva mascota, no dudes en hacerlo.
Es conveniente también que cada uno disponga de su propio arenero y que coman por separado. Es una forma de reducir la ansiedad de ambos. Sobre todo, de tu gato anterior, para que no sienta que lo están desplazando. Así, se mostrará menos reacio a ir cediendo espacio al nuevo.
Vete acercando sus tazones poco a poco a la puerta que los separa. Cuando creas que ya pueden comer juntos, abre la puerta para que coman mientras se ven el uno al otro.
4.- Deja que el nuevo gato explore un poco
Algo que será imprescindible al introducir un segundo gato es dejarle explorar su nuevo territorio. Ten en cuenta que los gatos son muy sensibles a los cambios y, para tu nuevo amigo, cambiar de aires no será fácil.
Tiene que llegar a una casa nueva, con unos olores nuevos y, si has tenido mala suerte, con otro gato que se muestra hostil con él. Hay que darle tiempo y dejar que empiece a sentirse cómodo en su nuevo hogar.
5.- Vigila de cerca sus interacciones los primeros días
Mientras se van conociendo, lo mejor es que nunca los dejes solos sin vigilancia. Observa su comportamiento de cerca cuando los dejes en el mismo espacio. Si se pelean, separarlos en distintas habitaciones durante un tiempo antes de volver a juntarlos.
También puede ser útil contar con juguetes para distraerlos. Si ves que alguno de los dos se queda mirando fijamente al otro y que su lenguaje corporal no es adecuado, es interesante distraerlo antes de que empiece un conflicto. Además, puedes conseguir que ambos asocien la presencia del otro con estímulos positivos.
El "éxito" no significa que los gatos se hagan amigos inseparables. Desde luego, es lo más deseable, pero, en ocasiones, lo máximo a lo que se puede aspirar es que coexistan juntos sin problemas, aunque se eviten el uno al otro todo el tiempo.
Aunque también hay que tener presente que puede ocurrir lo peor y que nunca se acepten. En este caso, será necesario mantenerlos separados siempre para su seguridad y la de las personas que conviven con ellos.
Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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