Enseñar a un perro a pasear correctamente sin tirar de la correa es una de las cosas más difíciles cuando se habla de educación canina. A todos los cachorros les encanta pasear y están ansiosos por oler y explorar todo.
Sin embargo, si permites que lleguen a la edad adulta sintiendo esa ansiedad durante los paseos, para ti será un suplicio lidiar con los tirones y, para él, el paseo no será una práctica relajante.
Enseñar a un perro a pasear es algo que requiere de tiempo y paciencia. Pero si quieres conseguir que tu perro camine a tu lado sin tirar e, incluso cuando no lleve correa, esta guía básica te será de ayuda.
Cuando se trata de un cachorro, hay un par de cosas importantes que hay que hacer antes de educarlo en los paseos. La primera de todas es haberle colocado todas las vacunas necesarias para salir a la calle si correr riesgos. Antes de que el cachorro haya sido vacunado hay que evitar que entre en contacto con la orina y las heces de otros perros, ya que puede contagiarse de un gran número de enfermedades.
La segunda cosa que hay que tener en cuenta al enseñar a pasear a un perro es acostumbrarlo a llevar el collar puesto. Los cachorros al principio pueden sentirse molestos.
Por ello, es importante que lleve el collar incluso en casa hasta que se acostumbre a él. Cuando el perro sea más mayor, se le puede retirar en casa. Además, asociará el collar con la hora del paseo. Algo que es muy deseable.
El objetivo de enseñar a pasear a un perro es conseguir que las salidas sean divertidas y agradables para ambos. En realidad no es un proceso difícil. Pero sí requiere de tiempo y paciencia para llegar a buen puerto.
Educar a tu perro para que pasee correctamente no se consigue a la primera. Tampoco en un día y, ni siquiera a veces en un mes. Además, hay otro factor que influye en el aprendizaje y es el carácter del perro. Hay algunos que aprenden muy rápido, y otros que son un tsunami. Por ello, la paciencia será tu mejor aliada. Los siguientes pasos te ayudarán a educar a tu perro de forma eficaz.
Algo muy importante para enseñar a un perro a pasear es estar tranquilo y relajado. Los perros tienen una sensibilidad instintiva para percibir el estado de ánimo de sus dueños. Si estás estresado, tu perro lo notará y, por tanto, no podrá relajarse para aprender.
Por ello, controlar la energía propia es vital para transmitirle al perro el mismo estado mental. Esto hará que sea mucho más fácil que te obedezca. Hay que tener presente que la mente del perro funciona a base de psicología conductista, pero no puedes llevar a tu perro a un estado receptivo si tú mismo estás alterado.
Otra cuestión es la del exceso de energía. Los perros necesitan correr, jugar y desfogarse. Cuando vayas a empezar a enseñar a un perro a pasear, asegúrate de que has eliminado la energía extra.
De lo contrario, el perro solo querrá salir a jugar, correr y saltar. Sin embargo, si lo cansas antes, estará en un estado más sumiso. Y por tanto será más fácil condicionarlo para que aprenda.
Si dispones de jardín en tu casa, sería ideal que empezaras a enseñar a un perro a pasear en él. Si no es posible, busca un lugar tranquilo y libre de estímulos que puedan distraerle. Al intentar enseñarle en un lugar donde hay otros perros, será el doble de trabajoso, ya que tu mascota estará más pendiente de los juegos que de lo que estás intentando transmitirle.
En primer lugar tienes que colocarle una correa corta, y si es con arnés, mejor que mejor. Así evitarás que el perro se ahogue en caso de que sea muy inquieto y tire mucho. Puedes empezar a caminar enérgicamente dando vueltas cortas.
Procura, eso sí, llevar la correa relajada en la mano. Mucha gente comete el error de mantener la correa tirante y el perro interpreta que hay algún tipo de tensión ambiental y, por ello, tira aún más. Si intentas hacerlo y ves que el perro sigue tirando, párate y oblígale a sentarse hasta que veas que se relaja. Después de un rato, vuelve a intentarlo. Esto es algo que requiere tiempo y paciencia.
Una vez que observes que tu perro pasa la mayor parte del tiempo caminando a tu lado, estará listo para probar el aprendizaje en la calle. ¿Pero cómo conseguir que el perro finalmente pasee de forma correcta?
La mejor forma de enseñar a los perros es a base de premios. Se trata de enseñarle a relacionar la acción que tú quieres que haga con algo placentero o con comida.
Por ello, cada vez que tu perro camine a tu lado, recompénsalo con caricias o algún premio como galletas o snacks para perros. Si continúa caminando a tu lado, recompénsalo por cada paso que deis juntos. A medida que mejore en esto, no necesitará que lo recompenses con tanta frecuencia.
Eso sí, la recompensa debes dársela al lado de tu muslo donde suele caminar. Será más fácil que el perro entienda que caminar junto a tu pierna es lo que provoca que le des un premio.
La técnica aquí es prácticamente la misma que los en lugares tranquilos y apartados. Sin embargo, habrá distracciones y desafíos adicionales. Por ejemplo, otros perros, personas que le hacen caso, pájaros, niños, bicis, etc.
Si el perro comienza a tirar con mucha fuerza, lo mejor es dar una vuelta de 180º para caminar en dirección contraria. Puedes hacerlo tantas veces como sea necesario. Pero para mantener mejor su atención, una estrategia muy efectiva es llevar constantemente un premio en la mano.
De esta manera, puedes darle un snack cada pocos metros si el perro se ha mantenido a tu lado. El truco es ir aumentando el periodo de tiempo entre premio y premio para que el perro se vaya acostumbrando a no tirar. Finalmente, conseguirás que tu perro se porte bien en los paseos, vaya a oler y a hacer sus necesidades cuando se lo indiques y vuelva a tu lado cuando le llames.
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
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