Los entrenamientos para ir al baño para cachorros deben ser un proceso bastante simple, siempre y cuando te tomes el tiempo y la molestia de entrar en una buena rutina.
Lo importante es que crees una rutina en torno a las necesidades de tu cachorro. Y esto debes empezar a verlo desde que tu cachorro es muy joven. Como sabes, los cachorros deben orinar inmediatamente después de despertarse. Por lo que debes adoptar esta rutina todos los días y cumplir con sus necesidades.
Por otra parte, la comida estimula su sistema digestivo. Y los cachorros normalmente orinan a los quince minutos de comer y defecan a la media hora después.
Si tienes un cachorro te habrás dado cuenta de que tienen muy poco control de la vejiga. Necesitan orinar al menos cada una o dos horas. Lo importante es que establezcas unas pautas para cuando tu cachorro duerme, orina y defeca. Y repitas las órdenes que establezcas cada vez que lo haga. Así él lo entenderá mejor cuando se lo mandes.
Muchos personas que tienen cachorros se sienten decepcionadas cuando su cachorro no orina cuando salen con ellos a pasear a la calle. Pero sí lo hace en cuanto llega a casa. Esto se debe a que al cachorro se le ha enseñado a ir al baño solo en casa (con suerte en su jardín), y como criaturas de hábito, a menudo esperan hasta que hayan regresado a casa antes de evacuar su vejiga o intestinos.
Para romper este hábito, tendrás que levantarte temprano por la mañana, cuando tengas tiempo suficiente y llevar a tu cachorro a dar un paseo antes de que lo haga en tu casa.
Puedes utilizar para los entrenamientos para ir al baño las "jaulas" para cachorros. Aquí se les enseña a los cachorros a esperar en su propio espacio especial antes de sacarlos fuera. La clave es darles la oportunidad de hacer sus necesidades por lo menos cada dos horas, especialmente después de comer, dormir o jugar.
Si tu cachorro tiene un "accidente", no te enfades. Limpia el suelo a fondo para eliminar el olor del lugar. De lo contrario, tu cachorro seguirá yendo al baño en el mismo sitio.
Cuando se trata de perros adultos, empieza manteniéndoles en el espacio que tienen designado. Dispón de un sitio para que tu perro vaya a hacer sus necesidades de forma regular. Y cuando él o ella "vaya", dale mucho cariño. Que sienta que lo ha hecho bien. Igual que para los cachorros, si hay un accidente en el interior, evita que vuelva a ir allí.
Los entrenamientos para ir al baño son una parte importante del entrenamiento general del cachorro. Y la forma en que lo hagas puede tener un impacto real en tu relación con él.
Si te atienes a una rutina estricta, tu cachorro o perro adulto aprenderá rápidamente a estar limpio en casa. Es el primer paso importante para la convivencia en el hogar. Pero no te descuides o el entrenamiento de tu perro puede fracasar. Sé constante.
Continúa con la rutina de entrenamientos para ir al baño hasta que estés seguro de que tu cachorro haya aprendido y sepa lo que tiene que hacer y dónde. Que aprenda que nunca debe hacerlo en cualquier parte y sepa esperar para salir. Gradualmente deja de salir a la calle para que aprenda a hacerlo en tu casa y en su sitio, pero si hay algún "accidente" y no lo consigues, empieza a salir mas habitualmente hasta que lo logre.
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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