El enriquecimiento ambiental felino se conoce por sus siglas (EA) y trata de buscar la mejor forma de cubrir sus necesidades para desarrollar su actividad en un entorno determinado. Este entorno es, en la gran mayoría de los casos, el ámbito doméstico, ya que los gatos son de procedencia salvaje pero han terminado domesticados.
Esta es la principal pauta del enriquecimiento ambiental felino que enseña la etología, que es la rama de la biología y de la psicología experimental que estudia el comportamiento de los animales en sus medios naturales, en situación de libertad o en condiciones de laboratorio.
El enriquecimiento ambiental felino está directamente pensado para que tu mascota se desarrolle en condiciones de bienestar, tanto físico como psíquico, emocional y social. Por ello, un enriquecimiento ambiental felino correcto tiene que identificar y proporcionar estímulos ambientales suficientes para conseguir su máxima calidad de vida y bienestar global.
Hay que tener en cuenta que el gato es una especie animal que nada en dirección contraria a la corriente en lo referente al respeto de animales domésticos y de compañía.
Es un animal que no necesita vivir en grupo o manada, como otras especies. Viven como individuos solitarios sin necesidad de contar con ningún tipo de vida social.
Por esta razón, procurar a tu mascota un entorno agradable hará que el gato sea, simplemente, mucho más feliz de acuerdo con sus pautas generales de conducta.
La American Animal Hospital Association (AAHA) y la International Society of Feline Medicine (ISFM) son dos instituciones que trabajan desde hace años en todos los aspectos que implican a la vida y comportamiento de las mascotas.
Ambas explican que para lograr este enriquecimiento ambiental felino que supone un entorno sano hay que buscar la forma adecuada de cumplir cinco condiciones básicas. El respeto a estas directrices permitirá modificar el entorno doméstico en el que vive un gato, que sobre todo es doméstico.
En primer lugar, hay que habilitar siempre una serie de lugares en el que el gato se sienta seguro.
En segundo lugar, hay que proporcionar los recursos básicos multiplicados en número, desde los lugares para su descanso hasta los sitios para que pueda jugar cómodamente.
No hay que olvidar el origen del gato, así que deberías habilitarle oportunidades suficientes para juegos de caza.
Asimismo, hay que suministrarle el contacto con el ser humano de manera predecible y positiva.
Por último, en quinto lugar, hay que garantizarle un ambiente respetuoso con el sentido del olfato.
Recuerda siempre que los felinos domésticos tienden a ocultar lo que les pasa para no demostrar ningún tipo de vulnerabilidad ante los demás. Esto se traduce en que puede aparentar que se encuentra bien pero estar engañando.
La mejor receta entonces pasa por permanecer atento a las conductas del gato. Nunca hay que esperar a que se hagan presentes los trastornos en el comportamiento, desde que se vuelva arisco o, incluso, agresivo, a que deje de comer o a que miccione por todas las esquinas de la casa.
El enriquecimiento ambiental felino concluye en algo que necesita primordialmente un gato, que no es más que sentirse seguro y con todas las condiciones bajo su control.
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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Esta innovadora fórmula, científicamente demostrada por distintos estudios clínicos, contribuye a la salud de las articulaciones y a la flexibilidad de los gatos.
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