Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
¿Sientes que tu perro no para de rascarse? Descubre las posibles causas en este artículo.
El rascado es un comportamiento natural y frecuente en los perros, y puede deberse a muchas causas. Si un perro se rasca, se dice que padece prurito. El prurito puede afectar a todo el cuerpo o limitarse a determinados lugares.
¿Cuáles son las posibles causas?
1. Parásitos
La primera causa generalmente considerada es la infección por parásitos externos. Los más comunes son las pulgas, observadas directa o indirectamente a través de sus heces en el pelo del perro.
Otros parásitos son las diminutas larvas rojas de los ácaros de la cosecha, que suelen aparecer en verano y se alimentan de las células de la piel del perro, y la Cheyletiella, unos ácaros diminutos que se transmiten por contacto directo con un objeto.
Los piojos también son un parásito potencialmente peligroso de los perros. Se encuentran en la base del pelo y se transmiten por contacto directo con un objeto u otro animal.
Por último, otros ácaros parásitos pueden causar picor en los perros, como Demodex, causante de la sarna demodéctica caracterizada por la caída del pelo; Sarcoptes, responsable de la sarna sarcóptica; y Otodectes, o ácaros del oído.
Más raramente, los parásitos internos pueden causar picor, especialmente en el ano. En este caso, el perro arrastra la cola por el suelo: es lo que se llama "scooting".
2. Alergias
El picor también puede deberse a reacciones alérgicas. También en este caso hay muchos alérgenos: picaduras de insectos o pulgas, ingesta de alimentos alergénicos, contacto o inhalación de una sustancia determinada (metales, cemento, cosméticos, medicamentos, plantas, plásticos, caucho, polen, ácaros del polvo, productos de limpieza, etc.). Los alérgenos más comunes son el polen, los ácaros del polvo y la saliva de las pulgas.
Además de picor, las alergias se manifiestan a veces en forma de enrojecimiento de los ojos, hinchazón o incluso trastornos digestivos (vómitos y diarrea).
La dermatitis atópica, de origen esencialmente genético, se caracteriza por una desregulación del sistema inmunitario y un defecto de permeabilidad de la piel que permite la entrada de agentes infecciosos en el organismo. A veces va acompañada de infección de oído, estornudos y conjuntivitis.
Para ir más lejos: una alergia puede adoptar la forma de angioedema, es decir, hinchazón de la cara, que a veces evoluciona hacia un choque anafiláctico. Esto puede provocar problemas respiratorios causados por la obstrucción de las vías respiratorias y constituye una urgencia veterinaria.
3. Hongos
Ciertas levaduras del género Malassezia provocan picor cuando se extienden, sobre todo en el conducto auditivo, el vientre, los espacios interdigitales, los pliegues cutáneos, los labios, etc. Además de los signos de picor, la piel es grasa, gruesa y maloliente, y puede adquirir un color oscuro característico, como la piel de elefante.
4. Otras causas
Hay muchas otras causas de picor en los perros, como la ansiedad (conocida como enfermedad psicógena de la piel) y la infección cutánea. Más raramente, la producción excesiva de sebo, la presencia de tumores cutáneos o una enfermedad autoinmune pueden causar picor.
¿Cuándo hay que ir al veterinario?
El rascado puede formar parte del comportamiento normal de tu perro. Si se intensifica, el primer paso debe ser un tratamiento antiparasitario externo y una inspección del entorno del perro.
Considere la posibilidad de pedir cita si el rascado se vuelve repetitivo, dura mucho tiempo o se dirige a una zona concreta del cuerpo. En este último caso, es posible que se observe enrojecimiento (conocido como eritema) o manchas.
Cuando el picor es especialmente desagradable para el perro, puedes notar que se lame, muerde, se revuelca o se frota contra los objetos circundantes. El picor regular y excesivo provoca babeo, costras y descamación de la piel. Si el rascado se vuelve crónico, puede observarse un engrosamiento de la piel y pérdida de pelo. Estos son signos de rascado anormal y deberían preocuparte: merecen una consulta con tu veterinario para determinar la causa y tratar la afección.
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Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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