Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
No hay nada como ver a un perro experimentar la nieve por primera vez. Pero antes de dejar que tu perro empiece a disfrutar, asegúrate de tener en cuenta estos consejos para llevar a tu perro a la nieve y que esté seguro mientras se lo pasa de muerte.
5 claves para llevar a tu perro a la nieve
1..- Haz que tu perro se acostumbre a la nieve gradualmente
La clave es la aclimatación. Si le ves bien y no tiembla o intenta entrar en casa, es sinónimo de que está perfectamente. Puede permanecer fuera períodos más largos, siempre y cuando estén preparándose para ello.
Comienza con pequeños períodos para ir acostumbrando al animal al frío. Sus zonas con menos pelo y sus patas se irán acostumbrando poco a poco.
Este consejo no funciona para todos igual. A los cachorros, por ejemplo, les será más difícil regular la temperatura de su cuerpo en el exterior. O los perros mayores que tengan problemas como la diabetes pueden tener dificultades de ajuste a la temperatura.
Además, los perros más pequeños y delgados temblarán más que aquellos canes criados para estar fuera en el frío.
2.- Utilizar ropa de nieve para tu perro no está de sobra
Si notas que tu perro tiende a pasar frío, lo mejor es que compres la ropa de nieve necesaria. Ayudará a que pueda estar más tiempo en el exterior.
Lo mejor es no cortar el pelo de tu perro durante el invierno porque ayudará a protegerlo del frío. Es importante, también, que sus patas estén secas. Por eso, asegúrate que cuando se acaba el juego en la nieve las secas porque, sobre todo si tiene mucho pelo, se quedarán húmedas.
3.- Cuidado con la sal y el anticongelante
Otro de los consejos para llevar a tu perro a la nieve es que andes con cuidado con la sal. No es tóxica pero evita que se la coma porque puede alterar el estómago.
También debes vigilar que tu perro esté lejos del anticongelante. Este si que es extremadamente tóxico pese a su dulce sabor. Ten cuidado con las sustancias de color azul o verde en las entradas de vehículos, aceras y superficies de automóviles.
4.- Cuida de sus almohadillas
Si las almohadillas de los perros están agrietadas deberás utilizar tratamientos para calmar sus patas. Después de aplicar algo a sus pies, debes mantenerlo ocupado con algo de comer para que no se lama sus patas de inmediato. Si lo hace, la crema no hará el efecto deseado.
Puedes tratar de prevenir este tipo de problema colocando botines a tu perro o limpiando las almohadillas de los pies cada vez que entra en casa.
5.- El ejercicio es importante
Puede que te resulte difícil andar con tu perro un día de nieve pero no hagas que se quede en casa por tu vagancia. Puede llevar a comportamientos nerviosos por energía reprimida y eso será peor.
Una vez que tu perro esté aclimatado y preparado para el frío, está bien continuar las caminatas y jugar en el patio trasero.
Si el lugar en el que vives es demasiado frío, busca alternativas para que tu perro haga ejercicio. Ya sea en lugares interiores habilitados o en un gimnasio para perros a cubierto.
Cómo calentar a tu perro
Si resulta que notas que tu perro tiembla demasiado o que está excesivamente frío cúbrelo con una toalla o con una manta. También puedes utilizar un secador de pelo para calentarlo. No utilices las almohadillas térmicas ya que podrían causar quemaduras.
Estos consejos para llevar a tu perro a la nieve son pautas que puedes seguir un día de mucha nieve pero lo más importante es tu intuición. Si tu también has salido y ves que el frío ese día es demasiado exagerado también lo será para tu perro. Por tanto, deberás entrar en casa. Pero eso sí, por miedo al frío nunca le dejes dentro de casa. A los perros les encanta jugar en la nieve.
Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.