Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Adiestrar a un gato no es lo mismo que trabajar con un perro. Los perros tienden a ser más dóciles y reconocer la autoridad ajena. Sin embargo, los gatos son más libres y, aunque establecen relaciones afectuosas con el dueño, no siempre le obedecen.
Por ello, es importante comprender que los gatos necesitan más trabajo y paciencia que el resto de mascotas.
Por otro lado, es importante adiestrar a un gato ya que facilita algunas de las tareas diarias que deberían realizarse. Y es que es más fácil vigilar su higiene personal o su estado de salud si el animal se deja coger o incluso se está quieto.
Entender a la mascota
Antes de adiestrar a un gato los dueños tienen que entender que los gatos no aceptan los castigos. Existen tres pilares para adiestrar a un gato:
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Constancia.
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Respeto.
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Recompensa.
Se recomienda conocer las costumbres del animal antes de enseñarle a hacer una cosa u otra. Si se conocen las cosas que le gustan es más fácil mandarle a que las repita, o premiarle con ellas.
Los gatos no aceptan los enfados o las riñas. Hay que tratarlos con respeto y paciencia y premiar las cosas que haga bien. Por ejemplo, a los gatos no les gustan los ruidos fuertes y prefieren que no se les mire fijamente. Todo ello puede ayudar a adiestrar a un gato.
Además, la constancia implica coherencia y repetición. Si el gato realiza alguna acción mala, como saltar encima de la mesa, los dueños deben decir “no” repetidas veces con firmeza, pero no con vehemencia. Y si hace algo bien, deben elogiarlo numerosas veces para que se sienta bien.
Para motivar al animal, a la hora de adiestrar a un gato, es necesario tener en mente dos cosas:
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Elogios.
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Golosinas.
Ambos funcionan bien como recompensa para premiar una acción.
Adiestrar a un gato para que se deje coger
La mayoría de los gatos prefieren ir por su cuenta y no les gusta que les cojan. Lo que dificulta notablemente el hecho de adiestrar a un gato.
Por eso, lo mejor para adiestrar a un gato a que se deje coger es comenzar desde pequeño. Normalmente lo cachorros se resisten a dejarse coger. De este modo, cuando el animal se rebela muchos lo sueltan inmediatamente. El gato entiende que si insiste le soltarán.
Es preferible retenerle un rato más, acariciándolo con firmeza pero sin hacer daño. De modo que, cuando se tranquilice, se le vuelve a dejar en el suelo. Con el tiempo, el gato se dejará hacer, ya que la confianza que deposita en el dueño irá creciendo.
Puede ser duro adiestrar a un gato de este modo, pero los dueños tienen que entender que, en un futuro, pueden necesitar coger al gato. La más común es que de mayor necesite medicación u otros cuidados, que dependan directamente del dueño.
Enseñar para que no arañe o muerda
No es posible adiestrar a un gato para que no muerda. Forma parte de su naturaleza y de sus necesidades. Los gatos arañan para cuidarse las uñas y por costumbre. Por ello, no se puede pedir que no lo hagan.
Los dueños tienen la opción de comprar un rascador de modo que el gato arañe el aparato y no los muebles, por ejemplo. En este sentido, el adiestramiento iría dirigido a que el gato utilice el aparato.
Una buena manera de adiestrar a un gato para que utilice el rascador es directamente jugar con él en el rascador. Luego, cuando él mismo juegue con el rascador, el dueño tiene que elogiarlo y recompensarlo con un premio. Así, el gato entenderá que el rascador es bueno y proporciona beneficios.
En el caso de que el gato arañe un mueble u otra superficie se debe limpiar inmediatamente la zona. El animal marca el mueble en cuestión con su olor, al rascarlo. Si se limpia adecuadamente, se elimina el olor y se evita que la acción se repita.
En el caso de los mordiscos, es preferible cortarlo de raíz. Es decir que cuando se esté jugando con un gato y éste proceda a morder se debe parar el juego de inmediato. De este modo, al cortar la diversión, el animal entiende que no se debe hacer. O que, si lo hace, se acaba todo.
Adiestramiento con clicker
El adiestramiento con clicker es una manera moderna, amable y científica de adiestrar animales. En ella se utilizan los mismos principios mencionados anteriormente, pero utilizando además un “click” para marcar la buena conducta.
El dueño tiene un mando que hace sonar cada vez que el gato realiza una mala acción. Así, los animales identifican el sonido con lo malo, de modo que cuando suena saben que se han equivocado. En principio, no lo repetirán aunque siempre hay rebeldes.
Adiestrar a un gato es una tarea diaria que toma tiempo y paciencia. Estos animales tienden a ser más independientes que otros. Pero no por ello es imposible acostumbrarlos a vivir en casa bajo unas normas.
Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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