La comunicación con gatos con juegos, es la forma más efectiva para relacionarte con tu mascota. Para ello, debes de ser capaz de entender su lenguaje. De lo contrario, habrá malentendidos cuando vayas a jugar. La falta de una buena comunicación, hará que el gato pueda reaccionar de forma descontrolada.
Tienes que prestar mucha atención al lenguaje no verbal de tu felino. Es muy importante que observes si está a gusto jugando. Si muestra signos de tensión o te mira de forma inquietante, pueden ser señales de que no quiera jugar contigo.
Los gatos aprenden sus reglas sociales en los primeros 3 meses de vida. Una vez pasado ese periodo de tiempo, empiezan a cazar y a tener conductas territoriales para cuando se hagan adultos.
Dado que son una de las mascotas más populares, muchos de ellos son separados de su familia al muy poco tiempo de nacer. Cuando esto sucede, no les da tiempo a aprender todas las habilidades para sobrevivir. Es entonces cuando debes educarlo para que socialice de manera correcta. La comunicación con gatos a través de juegos suele ser lo más habitual en estos casos.
Tu función como responsable de tu felino es que adquiera esas habilidades de la forma más natural posible. Los gatos son animales con un instinto cazador innato. Por lo que debes ayudarle a que canalice esos impulsos mediante los juegos lúdicos.
De esta manera, evitarás que tenga conductas agresivas con las personas y las cosas de su entorno.
Las personas tendemos a tratar a las mascotas como si fueran otro ser humano más. La realidad es que si lo mal acostumbras, cuando sean adultos, seguirán manteniendo las mismas maneras de conducta.
Por ejemplo, si sueles dejar que tu gatito te arañe los pies, cuando crezca, continuará haciéndolo, pero quizás para entonces, no te haga tanta gracia, ya que tendrá el doble de fuerza.
Enseñarles diferentes actividades, les ayudará a adquirir habilidades. Además de construir una relación fuerte contigo.
Para que desarrolle las habilidades de caza, lo mejor es utilizar juguetes que se puedan adaptar al movimiento de tu gato. Un juego muy común consiste en colocar un ratón de peluche atado a una cuerda. Tu función será correr por toda la casa, ya que una vez tu mascota haya identificado el ratón, le nacerá el instinto de ir a por él.
Otro parecido al del ratón, es el juego de la pluma. En este caso, necesitarás un palo al que atar una cuerda con una pluma colgando por una de las extremidades. Con el movimiento de tu brazo, el gato tendrá que intentar cazarlo.
Otro juego que tu gato disfrutará es el de la búsqueda del tesoro. Tu misión es esconder por toda la casa la comida favorita de tu mascota. Pondrá todos sus sentidos en el juego con el fin de hacerse con todas las golosinas. Es una muy buena manera de comunicación con gatos con juegos.
Hay una variante de este tipo de dinámicas en los que el premio se esconde en diferentes tipo de cajitas. Una forma excelente para que el felino desarrolle sus habilidades de búsqueda.
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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