Vas a tu armario, sacas tus zapatillas favoritas y, de repente, están destrozadas. ¿Quién tiene la culpa? ¿Qué ha pasado? Si tienes un perro seguro que has vivido situaciones parecidas y necesitas conocer todos los consejos posibles para evitar que un perro muerda.
Aún así, antes de nada es importante que sepas por qué tu mejor amigo actúa así.
Verás, los perros muerden. Para ellos su boca y sus dientes son la manera de interactuar con el resto de seres vivos. Y, probablemente, la barrera entre un perro que muerde para jugar y otro que lo hace para destruir esté en la educación. Por eso mismo, la clave para evitar que un perro muerda está en educarlo desde que es un cachorro.
Y es que es en esta etapa donde más destrozos se crean. Cojines, zapatos, cordones, paredes, muebles... Lo peor de todo es que si no le pones freno los daños pasarán de materiales a ser físicos.
¿Qué pasa si tu perro es de raza grande? No será lo mismo que te muerda él que un Chihuahua, por ejemplo.
Lo primero es que necesitas educarlo desde que esté contigo. Aunque, si es mayor, te costará más porque ya tendrá ciertos hábitos. Por eso, debes enseñarle cierta disciplina desde sus primeros días.
La boca del perro es su principal canal de comunicación. Además, los cachorros son curiosos y necesitan investigar y saber qué es todo lo que hay a su alrededor. Y, por eso, exploran y muerden.
Sin embargo, necesitas mostrarle al perro que un mordisco es malo, que puede hacer daño. Cuando juegues con tu cachorro deja que te dé pequeños mordiscos. Pero en cuanto veas que aprieta más de la cuenta quéjate y que sea consciente. De hecho, deberías parar de jugar para que el animal asocie ese acto como algo malo, que interrumpe su momento de diversión.
Imagina que tienes que dejar a tu mascota sola. ¿Cómo puedes evitar que un perro muerda si ni siquiera vas a estar ahí para controlarlo?
Simplemente necesitas asegurarte de que lo dejas en un lugar seguro. Ya sea tu jardín o en algún sitio especial de tu casa. Por lo general un perro empieza a explorar cuando se aburre. Por lo que necesitas dejarlo en un sitio donde no tenga apenas nada que morder ni objetos que pueda masticar. Eso sí, los juguetes están permitidos. Quizás se distraiga con ellos.
Muchos perros muerden cuando tienen ansiedad. Y si, por ejemplo, los dejas solos en casa porque tienes que ir a trabajar, se ponen nerviosos por el simple hecho de sentirse solos.
Te echará de menos y, por lo tanto, debes evitar hacer despedidas demasiado emocionales para no generar ansiedad en tu perro. En el momento en el que empiece a llorar, ladrar o a estresarse, empezará también a morder.
Para evitar que un perro muerda es importante tener un código con él. Por ejemplo, enseñarle a dejar y soltar los objetos mordidos que tenga en su boca.
Para ello puedes utilizar algún juguete que le guste:
1. Deja que el perro lo agarre.
2. Invítale a soltarlo con algún pequeño incentivo que le haga más ilusión que morder su juguete preferido. Por ejemplo, algún alimento que le encante o caricias.
Es cierto que los cachorros muerden todo lo que hay en su mano porque necesitan explorar. Pero también lo hacen porque les están saliendo los dientes y eso causa ciertas molestias.
Ante esta situación, existen ciertos juguetes que pueden ayudarlos. De esta manera, en lugar de morder y arrasar con todo, centrarán su dolor en un juguete determinado que además no dañará su dentadura.
Ten en cuenta que cuanto más conozca un niño a su mascota mejor. Será más probable que se cree un entorno sano. Y esto, aunque no lo creas, ayudará a evitar que un perro muerda.
Si le das un calcetín viejo o una zapatilla ropa para jugar, cuando crezca, asimilará que tu ropa es su juguete y parte de su diversión. Y es muy probable que la destroce. Déjale claro cuáles son sus juguetes y cuáles no puede tocar.
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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