Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Seguramente, una de las primeras cosas que compraste para tu perro fue una correa. Como dueño de tu mascota seguro que lo hiciste con gran ilusión. Pero a tu perro, al principio, seguro que no le gustó tanto. Y, sin lugar a dudas, te lo hizo notar.
Para que no te suceda aquí tienes 7 claves para usar la correa de manera adecuada, consejos que pueden ser de gran ayuda para que el producto que escojas sea el más adecuado y que responda a las necesidades de tu mascota.
Para saber cómo usar la correa, es fundamental antes de nada, tener en cuenta que la constancia y la paciencia son las claves para un entendimiento entre los dos.
1.- Cómo usar la correa: primeros pasos
Para enseñarle a tu perro a usar la correa, primero permítele olfatearla y verla por unos minutos. Luego colócala, pero no la sujetes. Deja que la correa esté suelta mientras tú distraes a tu perro con algún juego. Eso sí, ten cuidado que no se tropiece con la correa. Practica esto 10 minutos diarios, durante dos días aproximadamente.
2.- Una correa corta
Ten presente que solamente debes usar una correa normal, de 2 metros como máximo, para este ejercicio. Una correa muy larga permitiría a tu perro correr y alcanzar mucha velocidad antes de llegar al final de la correa. Esto causaría un impacto muy fuerte en su cuello, por lo que no es recomendable.
● No tires de la correa de tu perro ni sigas indicaciones dudosas como pegarle o utilizar collares de ahorque. Un perro que está estresado empeorará si no le permites explorar por sí mismo o si le expones a sufrimiento físico.
● Utiliza el searching: consiste en esparcir golosinas de su agrado por el suelo para que las busque y se las coma. Esta práctica es muy importante ya que logra que los perros que sufren estrés se relajen durante el paseo. Su mente se evade por un momento, centrándose en la acción que debe realizar.
● Déjale la correa larga para que pueda moverse por dónde le apetece. Recuerda que el paseo es su momento y que su bienestar tiene prioridad. Hacer que él camine por donde le apetece será fundamental para lograr que acepte la correa.
3.- Para las malas conductas
Aborda los malos hábitos cada vez que ocurran. Recuerda que no tienes que molestarte ni gritar o pegar a tu perro. Existen formas más constructivas y positivas de reforzar una buena conducta sin perder la calma. Algunos ejemplos comunes de malas conductas y de formas de abordarlas son:
● El cachorro tira de la correa. Tan pronto como esto pase, deja de caminar y quédate parado. No tires de la correa, solo haz que el perro sepa que no llegará a ningún lado cuando tire. Llama al perro y dale una golosina cuando se acerque. Si lo haces de forma constante y tranquila cada vez que tira, aprenderá rápidamente que no tiene que hacerlo.
● El cachorro se sienta o se acuesta. Cuando el cachorro se resista a dar un paseo, aléjate unos pasos, llámalo y ofrécele una golosina. Empieza a caminar hasta que tu cachorro se resista de nuevo y repite el proceso. Si eres constante y mantienes la calma, el cachorro aprenderá a disfrutar de su caminata y a estar con la correa.
4.- Practica el principio de Premack
El principio parte de dos supuestos:
- Si a un sujeto se le da acceso libre a dos actividades, dedicará un tiempo determinado a cada una de ellas. Ese porcentaje de tiempo reflejará la probabilidad de esa actividad y, en consecuencia, su grado de preferencia.
- El segundo supuesto se refiere a la relación del reforzamiento que implica siempre dos conductas: una actividad preferible refuerza la ejecución de una respuesta menos preferente si el acceso a la actividad preferida se hace contingente respecto a la ejecución de la actividad menos preferida.
5.- Elige la correa adecuada
No es lo mismo una correa para un cachorro de YorkShire que para un “cachorrito” de Mastín. ¿Cómo hacer una elección acertada? Pues bien, las características de la correa para un cachorro deben ser las siguientes:
● Ligereza: La correa no debe pesar mucho ya que es más cómodo para todos.
● Elige una correa entre 2-3 metros de un material sintético como el nylon o imitaciones al cuero con unos cierres seguros.
6.- La correa debe ser resistente
Es importante que la correa sea resistente para evitar accidentes. Hay que prestarle especial atención y ver que los cierres sean seguros y no te vayan a dar ninguna sorpresa desagradable.
7.- Ármate de mucha paciencia
No lo olvides. La correa no tiene que ser un dispositivo de dirección sino que tiene que ser una verdadera herramienta de comunicación entre tú y tu perro.
En caso de que no funcione y no obtengas resultados positivos, no continúes. En situaciones así, lo mejor es que recurras a la ayuda de un profesional. Un entrenador cualificado, sin duda, puede ser una muy buen opción.
Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.