El chocolate es malo para los perros porque contiene teobromina. Se trata de un alcaloide que pertenece a la misma familia que la cafeína y es un tipo de estimulante. La teobromina estimula el sistema nervioso central, el sistema cardiovascular y causa un aumento leve de la presión arterial.
El chocolate, por tanto, es malo para los perros y otros animales, como los caballos y los gatos. Estos no pueden metabolizar la teobromina tan rápido como los humanos. Esto hace que los efectos de comer chocolate sean mucho más severos que en el caso de los humanos. El chocolate es malo para los perros porque produce un envenenamiento.
Los efectos secundarios de los niveles tóxicos de teobromina en perros incluyen:
Algunos de estos síntomas, como la frecuencia cardíaca rápida, pueden ser fatales para el perro provocando su muerte. El chocolate es malo para los perros, por eso hay que estar siempre muy atento a tu mascota.
Las cantidades de chocolate que un perro puede ingerir dependen del tamaño y de la edad del perro. Además del tipo de chocolate que consumió el animal. Cuanto más grande es el perro, más teobromina puede ingerir sin morir. Hay que tener en cuenta también que los perros más adultos tienden a tener más problemas con los efectos secundarios.
Una pequeña cantidad de chocolate puede generar sólo malestar estomacal en tu perro provocando vómitos o diarrea. Sin embargo, un perro más pequeño tiene menor capacidad para ingerir chocolate y puede ser más susceptible al envenenamiento.
Se recomienda contactar con un veterinario inmediatamente si crees que tu perro ha ingerido chocolate. El inicio de la intoxicación con teobromina suele estar marcado por una hiperactividad fuera de lo normal.
En cuanto al chocolate en sí, el cacao en polvo contiene dieciséis veces más teobromina por onza que el chocolate con leche,. Exceptuando el chocolate blanco, que contiene cantidades insignificantes de teobromina por onza, todos los demás chocolates pueden ser mortales. Es poco probable que se puedan consumir cantidades suficientes de chocolate blanco como para intoxicar a un perro.
Es difícil determinar con exactitud la cantidad exacta para cada perro. Pero por ejemplo, para un labrador, un 1 kg de chocolate con leche o una tableta de chocolate negro de aproximadamente 170 gramos puede suponer una intoxicación severa.
Sin embargo, para un perro pequeño pueden bastar 100 gramos de chocolate con leche o 17 gramos de chocolate negro para provocar su muerte.
No existe un antídoto específico para la intoxicación con chocolate en perros. Si sospechas que tu perro pudo haber comido chocolate o cacao en polvo, tienes que avisar inmediatamente a tu veterinario. Inducir los vómitos de tu perro puede ayudar si se ha comido el chocolate hace de una o dos horas.
En casos severos, puede requerir cuidados intensivos durante varios días e incluir terapia de apoyo con medicamentos para el control de las convulsiones. Con un diagnóstico y tratamiento rápidos, el resultado suele ser positivo para los casos de toxicidad por chocolate.
El envenenamiento con chocolate es un problema real en los perros debido a la falta de información de los seres humanos. Para evitar que esto ocurra, asegúrate de que el chocolate está fuera del alcance de su perro.
Por otro lado, puede parecer insignificante pero en los periodos de Navidad es cuando mas intoxicaciones existen. Ten cuidado en estas fechas que es cuando más chocolate se consume.
Si sospechas que tu perro ha comido una cantidad significativa de chocolate habla con su veterinario inmediatamente. Cada minuto que pasa es primordial para su salud y recuperación.
Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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