La bandeja del gato… Proporciónale las mejores condiciones

Hay pocos animales de compañía cuya imagen esté tan asociada a un objeto como la de los gatos a sus bandejas. Se trata de un complemento esencial en la higiene y la salud de nuestros amigos felinos.

Elegir la forma y el tamaño correctos de la bandeja, la arena más adecuada y saber cuál es el mejor lugar para colocarla son aspectos clave a tener en cuenta. Los fallos más comunes que puedes cometer son los siguientes:

• Ponerle una bandeja demasiado pequeña. El gato tiene que estar cómodo y poder dar la vuelta sobre sí mismo con facilidad.
• Colocarla junto al comedero y bebedero. En algunas casas tienen “todo lo del gato” en el mismo rincón. Pero al igual que a ti no te gustaría comer y beber donde haces tus necesidades, él también prefiere un lugar separado.
• Situarla en sitios ruidosos o de paso. Tampoco se sentirá cómodo si la bandeja está junto a algún electrodoméstico ruidoso o en un lugar común de tránsito de las personas.
• Darle una bandeja cubierta o mal ventilada. Es muy normal que se sienta incómodo si la bandeja resulta ser un lugar agobiante.
• Falta de higiene. Hay que eliminar las heces a diario, siempre con una paleta sanitaria e intentar cambiar la arena a menudo.
• Tipo de arena. Si quieres, prueba hasta dar con el tipo de arena que mejor le vaya a tu gato. En todo caso, te adelantamos que la mayoría prefiere una arena de tipo aglomerante.
• Pocas bandejas. Por último, y si la tuya es una casa “multigato”, ten en cuenta que cada uno necesitará su propia bandeja, no quieras que la compartan entre varios. Idealmente deben existir tantas bandejas como número de gatos + 1. 

Si cumples estas reglas, y mientras no haya problemas de salud o de comportamiento, los gatos, que son por naturaleza animales muy limpios, utilizarán automáticamente su bandeja.