En verano las fiestas de los pueblos y de los barrios de las grandes ciudades se multiplican. Las atracciones, la música de las discotecas o los fuegos artificiales producen ruidos fuertes y molestos, que pueden afectar a nuestras mascotas.
Con la llegada del verano, el excesivo calor afecta a los animales. En concreto, los gatos sufren mucho las altas temperaturas.
Los ruidos fuertes y los brillantes destellos de luz pueden asustar mucho a los animales, y hacerles sentir muy angustiados.
Se acerca la Navidad y los libros de perros son uno de los regalos estrella. De hecho, con este regalo es imposible fallar con un amante de los animales.