Las mascotas son parte de la familia y, a veces, esto hace creer que los perros pueden comer las sobras de la comida. Sin embargo, es un tema de cuidado porque algunos alimentos tienen efectos negativos en ellos.
Algunas sobras de las comidas pueden convertirse en tóxicas y mortales para los perros. Por eso, es importante consultar previamente con el veterinario si puede ingerirlas o no.