Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Muchas de las personas que ven gatos paseando reaccionan con asombro. ¿Se puede domesticar un gato para pasearlo? Claro que sí. Y lo suficiente como para permitir ponerle una correa y llevarlo a todas partes.
Aprender a pasear a un gato puede parecer imposible, pero con la supervisión, la paciencia y la coherencia adecuadas, tú también puedes hacer que tu gato termine dando un paseo contigo.
Cómo pasear a un gato
1.- La edad
Lo primero que tienes que saber es que puedes empezar a adiestrar a tu gato para que salga a pasear contigo una vez se haya vacunado por completo. Entonces es seguro que salga a la calle.
Lo mejor es que empieces lo antes posible, antes de que tu mascota tenga miedo al aire libre, a los ruidos extraños o miedo a estar en el exterior. Por eso, los gatos mayores suelen ser más reacios a salir.
Un punto positivo es que tu gato ya responda a tu llamada. Trabaja este aspecto y parte del proceso lo tendrás dominado.
2.- No cualquier correa vale
Cuando estás aprendiendo cómo pasear a un gato es importante tener en cuenta la correa que se elige. Es obvio que para dar un paseo con un gato igual que con un perro, éste debe ir atado.
Los gatos son más ágiles. Por eso, a veces, un simple collar alrededor del cuello no es suficiente para sostenerlos. Podrán salirse del collar fácilmente. Lo mejor en estos casos es utilizar un estilo arnés de calidad diseñado expresamente para estos casos.
3.- Llega la hora de la presentación del arnés
Otro de los puntos clave para el proceso de aprendizaje de cómo pasear a un gato es la hora de que se ponga en arnés. No es tarea fácil ya que en un principio no le gustará. Puede pasar un tiempo antes de que tu gato se acostumbre a usar un arnés.
Coloca el arnés cerca de un área donde tu gato suela merodear. De esta forma le permitirá verlo y olerlo, familiarizándose con el. Después de unos días, mientras distraes a tu gato con algo podrás ponerle el arnés sin problemas. Una vez que veas que tu gato está cómodo con el arnés aprieta la correa para ajustarlo.
También es Importante para aprender cómo pasear a un gato aumentar gradualmente el uso del arnés y de las correas. Haz que lo tenga puesto mientras hace actividades o come.
4- Añade las correas y sal a la calle
El siguiente paso es añadir las correas y que se acostumbre a tener algo de más peso encima. En un principio no tires de la correa. Cuando se haya familiarizado con ella puedes salir a la calle.
Primero una vuelta corta. Puede que lo máximo que logres alejarte de casa sean pocos metros. No importa, el objetivo es que se vaya acostumbrando al aire libre, a los sonidos y a los aromas del exterior.
Después de hacer esto, puedes empezar a dar pequeños paseos por la zona. Es recomendable elegir horas en las que esté tranquilo el barrio o el parque. Hay que recordar que el gato se asusta con facilidad.
Es importante que tengas en cuenta que pasear a un gato o a un perro no es lo mismo. A diferencia de los perros, no puedes dejarlo atado a un poste si quieres hacer un recado, aunque sea para un minuto. Tu gato puede entrar en pánico, enredarse con la correa fácilmente o sentirse atacado por un perro, por ejemplo, y no poder escapar.
Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.