Cuando llega un cachorro a casa, una de las primeras preguntas que surge es dónde debe dormir. Es un aspecto crucial para su desarrollo, ya que un buen descanso contribuye a su crecimiento, salud y comportamiento. Además, establecer desde el principio un lugar adecuado para que duerma facilita la convivencia en el hogar y crea una rutina beneficiosa tanto para el perro como para su dueño.
Las sensibilidades de los oídos de las mascotas con los ruidos son un tema que merece ser tratado. ¿Cuántas veces has notado que pasando el aspirador tu perro ha salido corriendo? ¿Y qué hay de los ruidos a los que se enfrenta tu mascota cuando salís de paseo? Las obras de la calle, las bocinas de los coches, el tráfico, etc. De hecho, los gatos ni siquiera necesitan salir a la calle para asustarse con los ruidos de las obras.
Pero, ¿por qué ocurre esto? Deberías saber que las sensibilidades de los oídos de las mascotas con los ruidos son tales que pueden generar reacciones peligrosas y varios ataques de ansiedad.
Además, es sabido que los perros, por ejemplo, tienen un sentido del oído mucho más desarrollado que los humanos. Esto quiere decir que no sólo son sensibles a ruidos fuertes como fuegos artificiales o las obras. Los ruidos que para nosotros no tienen por qué ser molestos quizás estén acabando con ellos.
Con todo, lo mejor es que tengas un conocimiento básico sobre cómo actuar en cada momento. De esta manera conocerás a qué se enfrenta tu mascota cada vez que pones la cafetera en marcha o te secas el pelo con el secador.
Sensibilidades de los oídos de las mascotas con los ruidos
El sistema auditivo de los humanos está compuesto por 9 músculos, mientras que los gatos cuentan con 30. Y los perros, por su parte, con 17.
En otras palabras, las sensibilidades de los oídos de las mascotas con los ruidos son tan extremas porque perciben los sonidos con frecuencias mucho más altas e intensas que los humanos.
Mientras los perros y los gatos son capaces de captar 60.000 ciclos por segundo, un ser humano tan solo percibe 20.000.
Pero, ¿por qué hay tantas diferencias y destacan tanto las sensibilidades de los oídos de las mascotas con los ruidos? El oído de tu mascota está desarrollado para reconocer a qué distancia se encuentran sus presas. Por lo que los sonidos más fuertes como los fuegos artificiales, el camión de la basura o la música, pasan a ser molestos para sus oídos.
Enséñale a ignorar los ruidos
Uno de los trucos para aliviar esas sensibilidades de los oídos de las mascotas con los ruidos es modificar su propia conducta. No hay nada como demostrar a tu mascota que esos ruidos son inofensivos para ella para que deje de temerlos.
Una de las recomendaciones es que grabes todos los sonidos que aterrorizan a tu mascota. Después, haz lo siguiente:
- En el momento en el que esté haciendo algo que le relaja, ya sea jugar, tumbarse o hasta comer, pon esa grabación a un volumen bajo.
- Repite este ejercicio durante varios minutos y a diferentes horas durante varios días para que el animal vaya acostumbrándose a ese sonido.
- Sube el volumen poco a poco, hasta que el audio llegue al nivel de ruido real.
Si notas que tu mascota muestra signos de ansiedad, baja el volumen y repite el ejercicio en otro momento. De esta manera, irá acostumbrándose a escuchar ese ruido y dejará de aterrorizarlo.
Consejos antiansiedad
Cada animal es único y tendrá miedo a unos ruidos diferentes. Por eso, la clave para ayudarlo está en que sepas cómo mostrarle que esos ruidos no deben asustarlo. O, en caso de que aterroricen de verdad a tu mascota, deberás trabajar para subsanarlo:
- Evita los ruidos. Si sabes que tu perro se pone muy ansioso con las obras, procura evitar las calles que sabes que lo pondrán nervioso.
- Crea una zona de confort para tu animal. Por ejemplo, durante unos fuegos artificiales o una noche con tormenta, tu mascota podría sentir miedo. ¿Qué puedes hacer? Crear un pequeño refugio y acostumbrarla a que se mueva por ahí hasta que pase el ruido.
- No acaricies a tu animal si éste experimenta fobia a los ruidos. Estarás premiándolo por ello.
- Procura tapar ese ruido. Camúflalo encendiendo un ventilador o poniendo música.
Consejos y trucos
Tanto en otoño como en primavera, es común que la caída del pelo del perro, conocida como muda, se intensifique. En otoño, el pelaje más ligero es reemplazado por un pelaje más denso, preparando al animal para las temperaturas más bajas.
Una de las preguntas más frecuentes que se hacen los dueños de gatos es: "¿Mis gatos están peleando o jugando?"
La diferencia entre un juego y una situación agresiva puede ser sutil, pero hay señales importantes que ayudan a entender si tu gato solo se está divirtiendo o si es el momento de intervenir para evitar una pelea.
El otoño es una estación mágica que trae consigo una explosión de colores, el frescor en el aire y nuevas experiencias para disfrutar con tu perro.
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