Los gatos son animales muy limpios, que cuidan con esmero de su higiene si las condiciones lo permiten, pero aun así no están libres de los parásitos que los acechan.
Es nuestro deber como cuidadores protegerlos tanto interna como externamente y para ello es mucho mejor no esperar a que tenga parásitos para comenzar con el tratamiento. Aquí también, ¡más vale prevenir que curar!
Si el gato vive en el interior.